Megadeth – Symphony of Destruction

Dados los acontecimientos ocurridos en Venezuela esta semana, estuve pensando si el día de hoy debía publicar un recuerdo, publicar un espacio en negro donde debería haber un recuerdo, o no publicar nada. Al final pienso que lo que menos debemos hacer es dejar de expresarnos. Así que me expreso con este recuerdo musical, de uno de los mejores discos de Metal de todos los tiempos (por que sí, hay que hacerle espacio al Metal) que además tiene que ver con lo que nos pasa como país.

Durante algunos años, mi rutina de los sábados era encontrarme en Chacaito con mis amigos Christian y Marcel y pasear por todas las tiendas especializadas de música Heavy Metal de la zona, para luego ir a casa de uno de ellos dos a escuchar algún nuevo disco recién comprado (que no era muy habitual) o escuchar discos clásicos que ya teníamos. Pasábamos por CD City, que era la que tenía cosas más raras y vanguardistas, para después pasar por Allegro y mentarle la madre al viejo por los precios que tenía de los instrumentos que no podíamos comprar, luego salíamos a la que estaba hacia el final del bulevar (que tenía pauta publicitaria en Rockadencia pero que aparte de eso no era muy buena) y después nos regresábamos a Blue Note e incluso, a veces, nos aventurábamos a Don Disco. Acto seguido, metrobús para La Trinidad a casa de Marcel a pasar la tarde rockeando. Era un país donde chamos de 14 o 15 años hacíamos eso sin supervisión adulta sin que fuera el fin del mundo. Donde no teníamos dinero para comprarnos todo, pero habían cosas para comprar, y si uno ahorraba algo de la mesada durante un tiempo podía irse a comprar un disco. Nada del otro mundo ¿no? Millones de chicos hacen eso en todo el mundo incluso hoy en día.

Excepto que la Venezuela actual parece otro mundo, en el cual una experiencia así es impensable. La miseria, la inseguridad personal, el aislamiento con el mundo y la falta de libertades lo hacen impensable.

Yo no voy a dramatizar lo ocurrido hoy como Golpe de Estado por que para mí el hilo constitucional se rompió después de las elecciones del 5 de diciembre del 2015, cuando la saliente Asamblea Nacional chavista nombró de forma irrita unos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que hoy son simples ejecutores del Dictador. Todo lo demás, el desconocer las elecciones de Amazonas, el desconocer el referendo revocatorio, el suspender las elecciones regionales y el usurpar las competencias Constitucionales de la Asamblea son consecuencias lógicas de esa misma ruptura. Aún más que eso, es consecuencia de que como dice esta canción, los venezolanos bailamos al son de esta Sinfonía de Destrucción como ratas encantadas por el flautista durante muchos años.

Pero mientras podamos debemos hacerles resistencia, denunciarlos y ridiculizarlos, cada quién con las herramientas que pueda, cada quien en su ámbito. Debemos conectar con nuestros quinceañeros metaleros internos y rebelarnos ante la destrucción.

You take a mortal man
And put him in control
Watch him become a god
Watch people’s heads a’roll
A’roll, a’ roll
Just like the Pied Piper
Led rats through the streets
We dance like marionettes
Swaying to the symphony
Of destruction
Acting like a robot
Its metal brain corrodes
You try to take its pulse
Before the head explodes
Explodes, explodes
Just like the Pied Piper
Led rats through the streets
We dance like marionettes
Swaying to the symphony
Just like the Pied Piper
Led rats through the streets
We dance like marionettes
Swaying to the symphony
Swaying to the symphony
Of destruction
The earth starts to rumble
World powers fall
A’warring for the heavens
A peaceful man stands tall
Tall, tall
Just like the Pied Piper
Led rats through the streets
We dance like marionettes
Swaying to the symphony
Just like the Pied Piper
Led rats through the streets
We dance like marionettes
Swaying to the symphony
Swaying to the symphony
Of destruction

Artic Monkeys – Do I Wanna Know?

Los recuerdos recientes pueden ser los más complicados de elegir, por varias razones. Por un lado, la distancia temporal es muy efectiva para filtrar las cosas que nos definen de aquellas que. aunque hayamos vivido intensamente en el momento, no tienen trascendencia significativa. Por otro lado. es innegable que las vivencias tempranas tienen un impacto mayor que las que tenemos a medida que nos cargamos de años, nos anestesiamos y las experiencias son más pálidas, más sutiles. Una de las cosas interesantes de este ejercicio de escribir recuerdos es poder procesar algunas vivencias que se pueden quedar en esa neblina de lo reciente.

El año 2014 para mi fue un año de luto, depresión y duelo, pero acompañado de eso, naturalmente e inevitablemente, de inicio de reconstrucción y de reinvención. En estas fechas comenzaba a re-insertarme en la vida laboral, en tratar de ser productivo, y no tenía ningún tipo de confianza de que lo pudiera hacer, después de dos años dedicado casi exclusivamente en acompañar a Jeyli durante su enfermedad. Era como si todas mis experiencias anteriores no existieran, como si 15 años de trabajo y de experiencia no contaran, y no para nadie más, sino para mi. La falta de confianza era una sensación novedosa, por que viviendo la vida privilegiada que he vivido, no estaba preparado para la pérdida, para el fracaso. Hoy tengo una perspectiva bastante diferente, incluso positiva, de esa sensación pero en ese momento era algo real, un obstáculo que no podía superar. Gracias a la confianza de Alfonzo tuve la oportunidad de comenzar a trabajar en Grupo Ghersy, una agencia de publicidad, y eso era algo nuevo para mi. Los primeros días, e incluso los primeros meses, fueron duros, cuestionándome constantemente si aún podía hacer las cosas como las solía hacer. Como en todo, el tiempo hizo su efecto y comencé a cogerle el truco a las dinámicas, a descifrar las sutilezas, comencé a retomar confianza. Ya al final de 2014 era de nuevo yo, un yo distinto, pero reconocible, un yo que obtuvo nuevos aprendizajes, nuevos amigos y renovada confianza. ¿Qué más se puede pedir?

Una de las cosas buenas de trabajar en Ghersy era el ambiente, lleno de gente interesante, de buenas conversaciones y de música (hasta música en vivo teníamos de vez en cuando). Esta canción de los Artic Monkeys estaba de moda y durante una temporada sonaba constantemente en alguna de las estaciones de trabajo, por lo que la asocio con esa experiencia. Además, tiene un carácter de emociones básicas, de incertidumbres, inseguridades y aceptación de que uno está en un lugar oscuro pero con cierto hilo de esperanza, muy como mi 2014.

 

Have you got colour in your cheeks?
Do you ever get that fear that you can’t shift
The type that sticks around like something in your teeth?
Are there some aces up your sleeve?
Have you no idea that you’re in deep?
I dreamt about you nearly every night this week
How many secrets can you keep?
‘Cause there’s this tune I found that makes me think of you somehow and I play it on repeat
Until I fall asleep
Spilling drinks on my settee

(Do I wanna know?)
If this feeling flows both ways?
(Sad to see you go)
Was sort of hoping that you’d stay
(Baby, we both know)
That the nights were mainly made for saying things that you can’t say tomorrow day

Crawling back to you

Ever thought of calling when you’ve had a few?
‘Cause I always do
Maybe I’m too busy being yours to fall for somebody new
Now I’ve thought it through

Crawling back to you

So have you got the guts?
Been wondering if your heart’s still open and if so I wanna know what time it shuts
Simmer down and pucker up
I’m sorry to interrupt. It’s just I’m constantly on the cusp of trying to kiss you
I don’t know if you feel the same as I do
But we could be together if you wanted to

(Do I wanna know?)
If this feeling flows both ways?
(Sad to see you go)
Was sort of hoping that you’d stay
(Baby, we both know)
That the nights were mainly made for saying things that you can’t say tomorrow day

Crawling back to you (crawling back to you)

Ever thought of calling when you’ve had a few? (you’ve had a few)
‘Cause I always do (‘cause I always do)
Maybe I’m too (maybe I’m too busy) busy being yours to fall for somebody new
Now I’ve thought it through

Crawling back to you

(Do I wanna know?)
If this feeling flows both ways?
(Sad to see you go)
Was sort of hoping that you’d stay
(Baby, we both know)
That the nights were mainly made for saying things that you can’t say tomorrow day

(Do I wanna know?)
Too busy being yours to fall
(Sad to see you go)
Ever thought of calling darling?
(Do I wanna know?)
Do you want me crawling back to you?

Guns N’ Roses – Nightrain

Hay recuerdos que hay que trabajarlos, desenterrarlos. El de hoy no es uno de esos. Fui un gunner desde los 11 hasta los 16 años, así que por supuesto hay muchas vivencias existenciales asociadas a su música. El problema en todo caso sería elegir una.

Pero primero hablemos un poco de su música. Guns puso al Hard Rock en el mapa en los tiempos donde el Glamn y el electro pop dominaban las radios. Su disco Appetite for Destruction es una de las mayores joyas del Rock de toda la historia y los llevó de ser una banda barriobajera de Los Angeles a ser el mejor espectáculo en la tierra en cuestión de un par de años. Un éxito tan rotundo que los consumió en éxito, drogas, y una mezcla loca de ambición e indulgencia. Duff McKagan, bajista de la banda y actualmente un excelente escritor publicó un libro llamado It’s so easy and other lies que es en parte una excelente biografía de esos años y por otra parte un manual de las cosas que hay que evitar ante el éxito repentino. El EP Lies que siguió a Appetite y los consiguientes Use your Illusions I y II aunque contienen grandes y clásicos temas nunca pudieron equiparse a su ópera prima. Y de lo que vino después mejor ni hablar.

Como se puede entender, cuando digo que era un gunner no exagero. Fui súper fanático de la banda, en una época donde no había internet buscaba las maneras de conseguir información y música que no era la tradicional. El vídeo que coloco abajo era un ejemplo. Ese concierto en el Ritz de Nueva York, probablemente el punto más alto de la banda, era toda una joya de coleccionistas en aquella época, y yo de alguna forma extraña había conseguido una copia del bootleg en cassette. La primera vez que me conecté a Internet, y estamos hablando de una época que aún no existía la World Wide Web ni los Navegadores ni el HTML me conecté al servidor gopher de la Universidad de Minnesota y entendí que Internet iba a cambiar el mundo cuando vi que podía obtener las letras de las canciones de Guns ahí.

Y es que Guns N’  Roses está para mi asociado a cambios. El 25 de noviembre de 1992 se presentaban en el estacionamiento del poliedro de Caracas (algo nunca visto) y 60.000 personas pagamos 2.500 Bs. de la época (un precio nunca visto) para presenciar el mayor show del rock del mundo. Después de aguantarnos al Conde de El Guácharo como telonero y unas horas de retraso, arrancó a sonar Nightrain y hasta que dejó de sonar la última nota de Paradaise City fuimos la capital del mundo. Lamentablemente dos días después, el 27 de noviembre de 1992, unos militares se empañaban en retrocedernos, y aún se siguen empeñando, con su insaciable apetito por la destrucción.

Loaded like a freight train
Flyin like an airplane
Feelin like a space brain
One more time tonight
Well I’m a west coast struttin’
One bad mother
Got a rattlesnake suitcase
Under my arm
Said I’m a mean machine
Been drinkin’ gasoline
And honey you can make my motor hum
I got one chance left
In a nine live cat
I got a dog eat dog sly smile
I got a Molotov cocktail
With a match to go
I smoke my cigarette with style
An I can tell you honey
You can make my money tonight
Wake up late
Honey put on your clothes
Take your credit card
To the liquor store
That’s one for you and
Two for me by tonight
I’ll be loaded like a freight train
Flyin’ like an aeroplane
Feelin’ like a space brain
One more time tonight
I’m on the nightrain
Bottoms up
I’m on the nightrain
Fill my cup
I’m on the nightrain
Ready to crash and burn
I never learn
I’m on the nightrain
I love that stuff
I’m on the nightrain
I can never get enough
I’m on the nightrain
Never to return-no
Loaded like a freight train
Flyin’ like an aeroplane
Speedin’ like a space brain
One more time tonight
I’m on the nightrain
And I’m lookin’ for some
I’m on the nightrain
So’s I can leave this slum
I’m on the nightrain
And I’m ready to crash and burn
Nightrain
Bottoms up
I’m on the nightrain
Fill my cup
I’m on the nightrain
Whoa yeah
I’m on the nightrain
Love that stuff
I’m on the nightrain
An I can never get enough
Ridin’ the nightrain
I guess I
I guess, I guess, I guess
I never learn
On the nightrain
Float me home
Ooh I’m on the nightrain
Ridin’ the nightrain
Never to return
Nightrain

Rubén Blades y Seis Del Solar – El Padre Antonio Y El Monaguillo Andrés

Yo tuve la suerte de criarme con tres «mamás», mi madre Alida, la original, mi hermana Susana, de la que ye he contado varias anécdotas, y mi otra hermana, Judith, la negra de la familia. Judith me lleva 17 años, una barbaridad. Cuando yo nací ya Judith estaba en la Universidad (por que ella era muy precoz, leyó como que a los 3 años, y se graduó de bachiller a los 15, la pobre) y sus amigos bromeaban que yo era un hijo oculto de ella. Y la verdad, como digo al principio, algo de razón tenían.

Judith era la que me sacaba a pasear cuando era chamo, la que me llevaba a la playa de Marina Grande los fines de semana, la que me palanqueaba para meterme en equipos de béisbol, la que me llevaba para su oficina y me daba plaquitas de colores Pantone para entretenerme, la que me llevaba a comer helados a Tutti Frutti, así me cayeran mal. También fue la primera workaholic que conocí, a muy temprana edad.

Yo no podría tener más de 5 años, pero recuerdo cuando estaba haciendo su tesis de la universidad como si fuera ayer. La casa se llenaba de gente para ayudarla en su tesis, que para mi consistía en una gran maqueta (aunque estoy seguro que era más que eso), la mayoría cortando cartones y ensamblando casitas, o carritos, o arbolitos, o cualquier otra cosa que tuviera una maqueta de una futura Arquitecta, pero otros brindándole apoyo emocional, por que aparte de la maqueta, lo otro que recuerdo eran sus crisis nerviosas, cuando se encerraba en el baño, gritaba durante 5 minutos desaforadamente, y luego salía como si nada a seguir dibujando planos o armando las piezas que los amigos seguían recortando sin mencionar nada de los gritos. Lo interesante es que Judith ha seguido siendo así toda mi vida, y no me refiero a la parte de los gritos (aunque no lo descarto) sino a lo apasionada, comprometida y enamorada de su trabajo. Yo creo que algo me quedó a mí de ese ejemplo, aunque nunca a su nivel.

Judith también era la que me exponía a la música caribe, a Rubén, a Willie Colón, Juan Luis Guerra. De hecho es por Judith que tenía contacto con la música cuando era niño, por que fue la que compró el primer equipo de sonido de verdad en la casa. Y algún disco coleado de rock había, alguno de Led Zeppelin, otro de Queen, pero lo de la negra es la pachanga, vamos a estar claros. Yo no soy muy tropicalero, y para bailar no estoy muy mandado, pero si no fuera por Judith es poco probable que hubiera estado expuesto al Buscando América y a su mensaje latinoamericanísta.

Y a pesar de que hoy en día la situación del país me hace desconfiar que algún día encontraremos esa América donde suenen las campanas para celebrar, no puedo negar que esto también forma parte de mi identidad.

El Padre Antonio Tejeira vino de España,
buscando nuevas promesas en esta tierra.
Llegó a la selva sin la esperanza de ser obispo,
y entre el calor y en entre los mosquitos habló de Cristo.
El padre no funcionaba en el Vaticano,
entre papeles y sueños de aire acondicionado;
y fue a un pueblito en medio de la nada a dar su sermón,
cada semana pa’ los que busquen la salvación.
El niño Andrés Eloy Pérez tiene diez años.
Estudia en la elementaria «Simón Bolivar».
Todavia no sabe decir el Credo correctamente;
le gusta el río, jugar al fútbol y estar ausente.
Le han dado el puesto en la iglesia de monaguillo
a ver si la conexión compone al chiquillo;
y su familia está muy orgullosa, porque a su vez se cree
que con Dios conectando a uno, conecta a diez.
Suenan la campanas un, dos, tres,
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Suenan la campanas otra ves
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
El padre condena la violencia.
Sabe por experiencia que no es la solución.
Les habla de amor y de justicia,
de Dios va la noticia vibrando en su sermón.
Suenan las campanas: un, dos, tres
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Suenan la campanas otra ves
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Al padre lo halló la guerra un domingo de misa,
dando la comunión en mangas de camisa.
En medio del padre nuestro entró el matador
y sin confesar su culpa le disparó.
Antonio cayo, ostia en mano y sin saber por qué
Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé;
y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez
estaba el Cristo de palo pegado a la pared.
Y nunca se supo el criminal quién fue
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Pero suenan las campanas otra ves,
por el Padre Antonio y su monaguillo Andres.
Suenan las campanas
tierra va a temblar
suenan las campanas
por amërica
suenan las campanas
oh; virgen señora
quien nos salva ahora
suenan las campanas
de antonio y andres
suenan las campanas
ven y oyela otra ves
suena la campana
centroamericana
suena la campana
por mi tierra hermana
mira y tu veras
suena la campana
el mundo va a cambiar

Matchbox Twenty – Bent

Mad Season de Matchbox Twenty era mi disco «despertador» durante mi último mes de mi último año de la Universidad. Programaba la computadora para que a las 5:50 a.m. sonara este disco y comenzara mi día. Ya experimentaba con la teoría del PC como elemento integrador de múltiples dispositivos que antes uno solía tener, como el despertador, el equipo de sonido, la TV, etc. A veces las cosas fallaban, pero en general, creo que el tiempo demostró que no estaba tan desacertado.

En realidad Mad Season no pasó a ser una parte imprescindible de mi colección, aunque aún lo tengo por ahí, pero junto al On How Life Is de Macy Gray y el Alone With Everybody de Richard Ashcroft fue de los discos que siempre asociaré con el año 2000. Rob Thomas es uno de los cantantes de Rock más versátiles y menospreciados de finales de los 90 y la década del 2000. Es de entender, por que el cambio de siglo nos dejó el sin sabor de que no hubo efecto Y2K y no se acabó la civilización como la conocíamos, pero sí se acabó la industria musical como la conocíamos. Napster hacía estragos en el modelo de negocio tradicional de las disqueras y cambiaba los patrones de consumo de la música, al cabo de un tiempo llegó el Ipod y nada fue igual. Tuvimos que tomar refugio en la música Indie y en los clásicos que no habíamos tenido tiempo de explorar.

Cuando de vez en cuando me reencuentro con Angry, Crutch, la homónima Mad Season o especialmente Bent inmediatamente me recuerdo esos momentos definitivos de mi carrera de pre-grado. Los últimos exámenes finales en los cuales estaba totalmente relajado, casi no estudiaba pero me iba excelente, para agonía de mi querida amiga Yineska y mi pana Luis, quienes eran mi terna de aquella época. La cervezada, las fiestas y esa sensación de que finalizaba una etapa y nos tocaba salir al mundo a batallarlo. Y en mi caso significaba cerrar mi relación con una carrera que terminé sabiendo que nunca iba a ejercer (aún hoy en día no tengo número de Abogado y sigo diciendo sarcásticamente que yo estudié Derecho y me gradué, pero que Abogados son otros).

O por lo menos creo que terminé mi relación con ella, aunque ella siempre termina reapareciendo por ahí de las formas menos esperadas, como por ejemplo hoy, que me toca explicar al salón de Preparatoria de mi hija de 5 años que es y que hace un Abogado. Preparando esa exposición me tocó descifrar el como explicarle conceptos tan abstractos como la Justicia, los Derechos y los Deberes a ella, lo cual ha sido un ejercicio surrealista, sobretodo en esta Venezuela que nos toca vivir en el 2017. Al final le dije que un Abogado lo que hace es luchar por la Justicia, y no con superpoderes sino con las Leyes. Ojalá pronto todos los venezolanos recordemos eso y este país deje de sentirse tan Bent.

If I fall along the way
Pick me up and dust me off
And if I get too tired to make it
Be my breath so I can walk
If I need some other love
Give me more than I can stand
And when my smile gets old and faded
Wait around I’ll smile again
Shouldn’t be so complicated
Just hold me and then
Just hold me again
Can you help me I’m bent
I’m so scared that I’ll never
Get put back together
You’re breaking me in
And this is how we will end
With you and me bent
If I couldn’t sleep could you sleep
Could you paint me better off
Could you sympathize with my needs
I know you think I need a lot
I started out clean but I’m jaded
Just phoning it in
Just breaking the skin
Can you help me I’m bent
I’m so scared that I’ll never
Get put back together
You’re breaking me in
And this is how we will end
With you and me bent
Start bending me
It’s never enough
I feel all your pieces
Start bending me
Keep bending me until I’m completely broken in
Shouldn’t be so complicated
Just touch me and then
Just touch me again
Can you help me I’m bent
I’m so scared that I’ll never
Get put back together
You’re breaking me in
And this is how we will end
With you and me landing
Without understanding
Can I go there again, can you help me, I’m bent
I’m so scared that I’ll never
Get put back together
You’re breaking me in
And this is how we will end
With you and me bent

Grupo Unicornio – Puedes Contar Conmigo

Primero que nada, hablemos del elefante en el cuarto. Salgamos de eso y así podremos avanzar más rápidamente. ¿Por qué esta canción se llama «Puedes contar conmigo» y no «Cuenta conmigo»?. Es uno de lo grandes misterios de este recuerdo, junto a como el negrito de Acarigua se juntó con unos salamantinos e hicieron este boys band, o por qué están vestidos como personajes de Festival de los Robots.

Recuerdo como si fuera ayer del Festival OTI de la canción de 1982. El Festival OTI era como una especie de Eurovisión de los países iberoamericanos, se enviaba un artista representando al país y se hacían unas votaciones por un jurado de cada país participante y con una puntuación se determinaba el país ganador. Una táctica para apelar al nacionalismo y patriotismo de la gente para que vieran el Festival. Claro, yo con 5 años caí completamente en esa trampa, ayudado por el fanatismo de una hermana adolescente que le gustaba Unicornio. Una tormenta perfecta. En todo caso, creo que es uno de los primero recuerdos que tengo de estar viendo televisión a color en un TV que mi papá había comprado por que ese año se jugaba el Mundial de Fútbol de España (Esa es otra historia de trampa de patriotismo y nacionalismo, a lo mejor la toco otro día). Recuerdo a toda la familia reunida viendo el festival y celebrar emocionados la victoria de los muchachos de Portuguesa (y de Salamanca, concretamente) al conocerse el resultado final, la primera de Venezuela en la OTI.

Musicalmente es una canción interesante, dirigida y arreglada por Carlos Morean, aunque la interpretación vocal en realidad no es nada halagadora, de hecho levantó bastante controversia que ganara. Por supuesto que eso da igual, lo importante es que esto generaba una sensación de orgullo patrio solo comparable con ganar un Miss Universo. Lamentablemente no tenemos muchos otros marcos de comparativa de logros patrioteros. Aunque pensándolo bien y visto lo que nos está tocando pasar como país, es casi mejor que no tuviéramos más elementos que motivaran nuestro «sentimiento nacional» que ya de por si a veces nos ciega de las realidades y nos impide afrontar los problemas que tenemos.

En cuanto a la letra, escuchándola hoy caigo en cuenta que va de la ruptura de una relación, pero de una forma constructiva. Con cinco años no tenía ni idea de que decía la canción pero hoy me parece interesante. Es positivo que a pesar de que por un tiempo no quieras ver o hablar con la otra persona, la energía fluya y se transforme en un «Puedes contar conmigo».

Papa paya paya paaaaaaaaaa

 

Radiohead – No Surprises

Ok Computer cumple 20 años de su lanzamiento el día de hoy. El tercer álbum de estudio de la banda Radiohead es, simplemente y sin mucho margen de disidencia entre la crítica especializada, uno de los mejores discos de la historia. Hace 20 años Thom Yorke, los Greenwood y compañía nos dejaban una pieza de arte que rompía los esquemas del típico Britpop imperante y nos esbozaba, en sus líricas y en sus melodías, que el siglo que estaba por comenzar estaría marcado por paranoias, inseguridades, distopías y pérdida de control. A 20 años vista, no creo que podamos decir que estaban muy equivocados en sus profecías.

Por mi parte, ha sido un álbum que he escuchado con regularidad desde hace 20 años, y que hoy todavía escucho. Está asociado a muchos recuerdos en ese tiempo, como cuando lo discerníamos con mi amigo Luis de la Universidad, en su apartamento de El Paraíso cuando íbamos a «estudiar» para algún examen. Recuerdo que fue de los primeros álbumes de mp3 que descargábamos, antes de Napster, desde servidores de FTP macabros en los cuales había que hacer lobby para obtener la clave, y luego de descargarlo, quemarlo en CDs vírgenes para poder escucharlo en el carro o en la casa. Recuerdo escucharlo en momentos de mucha melancolía, o simplemente en tardes de relajación. Podría elegir prácticamente cada una de sus canciones y asociarlas a un recuerdo.

Sin embargo, si me tengo que quedar con un recuerdo y una canción, a lo mejor por lo reciente me quedo con un recuerdo de hace apenas un año. Estando visitando a mi compadre Alejandro en su casa de Seattle, sentado en su cuarto de música, con unas JBL vintage 4343B y en pleno efecto de un Brownie hecho con esencias de Cannabis, decidí poner el acetato de Ok Computer y sentarme a pensar en la vida y en los cambios. En ese entorno, y bajo esa influencia, un disco que he escuchado cientos de veces sonaba como nunca antes había sonado, el punto culminante siendo No Surprises, con sus campanas que simplemente me envolvían de una forma que jamás había imaginado, mostrando frecuencias y armonías que nunca supe que estaban ahí, hasta ese momento. Ese día dejé de fumar oficialmente y emprendí un camino de cambios que aún se desarrollan. Es una guerra a largo plazo, y las batallas son diarias (y no se ganan todas), pero con recordar ese día y esas reflexiones obtengo algo de fuerza para seguir el camino.

A heart that’s full up like a landfill
A job that slowly kills you
Bruises that won’t heal
You look so tired and unhappy
Bring down the government
They don’t, they don’t speak for us
I’ll take a quiet life
A handshake of carbon monoxide
No alarms and no surprises
No alarms and no surprises
No alarms and no surprises
Silent, silent
This is my final fit, my final bellyache with
No alarms and no surprises
No alarms and no surprises
No alarms and no surprises please
Such a pretty house, such a pretty garden
No alarms and no surprises (let me out of here)
No alarms and no surprises (let me out of here)
No alarms and no surprises please (let me out of here)

Milli Vanilli – Girl I’m Gonna Miss You

Hoy me resulta hasta embarazoso aceptar que este fue el primer disco que compré en «pleno uso de mis facultades», aunque pudo ser el segundo, por que vino en combo con el Forever Your Girl de Paula Abdul. Y en realidad no fueron discos, fueron Cassettes. Para los jóvenes que lean esto, un Cassette era la mitad de un mp3 player de aquella época, la otra mitad era el reproductor de cassetes, es decir un Walkman. Por cierto, hablando del Walkman, en otro cumpleaños de Susana, anterior al que les conté en el primer recuerdo, yo era el que quería saber que le íbamos a regalar, y estaba interrogando a nuestra otra hermana, Judith, acerca del tema, y la conversación sobrevino de forma parecida a esta:

– ¿Qué le vamos a regalar a Susana?
– Adivina, te voy a ayudar, ¿Cómo se dice hombre en inglés?
– Man
– ¡Muy bien! ¿Y qué decían los semáforos en Miami cuando se ponían en verde?
– …… ¿¿¿¿¿ Le vamos a regalar un ManGO ?????

En todo caso, volviendo al tema de Milli Vanilli, fue la banda sonora de mi vida entre 1988 y 1989, tampoco es que ocurriera muchas cosas en la vida de un niño de 11 u 12 años, pero si recuerdo que esa fue la época en que tuve que dejar de jugar en la calle con los panas de la casa por que la cosa se comenzaba a poner peligrosa, y mis tardes de correrías por las calles de La Candelaria, la Plaza Morelos y el Parque Los Caobos era sustituida por los fines de semana en Caraballeda. Los días de semana pasaron a ser más reposados, de lectura. Recuerdo muchas tardes dándole vueltas y vueltas al cassette de Milli Vanilli mientras leía La historia interminable de Michael Ende o Dos años de vacaciones de Julio Verne o al Relato de un naufrago de Gabriel García Márquez. Una época que marcaba el final de la inocencia de la niñez y el inicio de la pubertad. Entre Caracazos y derrotas de invencibles como Mike Tyson, o bien sea por presenciar la caída del Muro de Berlín o la primera Guerra televisada en tiempo real, o por que esos artistas que llevas escuchando un año y medio admitieran que eran un fraude y que no eran ellos los que cantaban, lo cierto es que el mundo dejaba de parecer un lugar seguro y estable, y uno comenzaba a entender que la vida iba a tener sus sobresaltos.

O tal vez eran simplemente las hormonas. Las mismas hormonas que me hacen elegir a esta canción y no otras más emblemáticas de este disco como recuerdo, por que fue esta baladita pop la primera que bailé lentamente con una chica, y esas cosas tampoco se olvidan.

I knew it from the start
You would break my heart
But you still I had to play this painful part
You wrapped me ‘round your itty-bitty finger
With your magic smile
You kept me hangin’ on a lover’s cross a while
You put your spell on me
Took my breath away
But there was nothin’ I could do to make you stay
I’m gonna miss you
All the love I feel for you
Nothing could make me change my point of view
Oh girl
I’m gonna miss you, baby
Giving all the love I feel for you
Couldn’t make you change your point of view
You’re leavin’
Now I’m sittin’ here wasting my time
I just don’t know what I should do
It’s a tragedy for me
To see the dream is over
And I never will forget the day we met
Girl I’m gonna miss you
Like a honey bee
You took the best of me
Now I can’t erase those memories
Like a fairy tale
You are so unreal
You left a scar that’s so hard to heal
When you had a taste of paradise
Back on Earth can feel as cold as ice
I’m gonna miss you
I’m gonna miss you
I miss you
Giving all the love I feel for you
Couldn’t make you change your point of view
You’re leavin’
Now I’m sittin’ here wasting my time
I just don’t know what I should do
It’s a tragedy for me
To see the dream is over
And I never will forget the day we met
Girl I’m gonna miss you
It’s a tragedy for me
To see the dream is over
And I never will forget the day we met
Girl I’m gonna miss you
Giving all the love I feel for you
Couldn’t make you change your point of view
You’re leavin’
Now I’m sittin’ here wasting my time
I just don’t know what I should do
It’s a tragedy for me
To see the dream is over
And I never will forget the day we met
Girl I’m gonna miss you
It’s a tragedy for me
To see the dream is over
And I never will forget the day we met
Girl I’m gonna miss you

Van Halen – Can’t Stop Lovin’ You

Tengo que aclarar que no soy el mayor fan de Van Halen, más allá de Jump, o Why Can’t This Be Love, o Right Now, son contadas las canciones que he escuchado con alguna asiduidad durante mi vida, pero por alguna razón, esta canción que comparto hoy la asocio con mi primer año de la Universidad de forma particular, y no es por falta de canciones o recuerdos que asociar a la época, por que probablemente para todos los que hemos tenido la oportunidad de ir, el comienzo de la vida universitaria está lleno de recuerdos y vivencias dignas de rememorar.

Esa «alguna razón» por la cual esta canción me recuerda esa época de mi vida se llama Indira. Indira era una chica que estudiaba en segundo año mientras yo estaba en primero, Recuerdo que para mis ojos tenía una belleza particular, diferente. Flaca, muy estilizada, no particularmente voluptuosa, nariz perfilada, tez blanca, ojos y cabello castaños, podía pasar bastante desapercibida para los ojos no entrenados, pero no para mi. Para mi Indira era una especie de diosa con poderes sobrenaturales. En el caso que compete sus poderes sobrenaturales consistían en una impresionante capacidad de limitar mis capacidades lingüísticas y cognitivas. Indira era lo que los estadounidenses han acertadamente definido como «My Crush«. A pesar de que no suelo tener problema para hablar, con Indira NO podía hablar. A pesar de que no suelo tener problemas pensar, cerca de Indira no podía hacerlo, o por lo menos NO para resolver el acertijo de como hacerle notar mi presencia y mi total y absoluta infatuación. La veía por los pasillos y simplemente era fulminado por su presencia.

La historia no tiene ningún giro inesperado o final feliz. En un par de ocasiones intenté hablar con ella, y simplemente no podía hilar una idea tras la otra, limitándome a emitir algún triste tartamudeo que le daría la peor de las impresiones. Algunos amigos y amigas, sabiendo de mi padecimiento, intentaron generar algunas oportunidades de socializar y yo simplemente era incapaz de aprovecharlas. Al cabo de un tiempo no la vi más por la Universidad, y no supe mucho más de ella. La vida siguió y eso fue el final de aquello. No supe más de ella hasta hoy, que al escribir esto decidí stalkear un poco y me encuentro una foto de ella rodeada de niños en un rol maternal que le sienta muy bien. Me alegro por ella.

Nunca supe si Indira era simpática u odiosa, inteligente o atontada, conservadora o liberal, atorrante o maravillosa. Nunca supe como se reía, o como torcía el gesto si se molestaba. Pero creo que es eso precisamente lo que le garantiza un lugar en mi cajita de memorias, la única mujer que me gustara de esa forma que no pude llegar a conocer, a desmitificar. Durante meses cada vez que sonaba esta canción en la radio, yo fantaseaba con como conocerla, enamorarla, y vivir felices para siempre, y nunca pude trasladar a la realidad ni el primer paso de esa fantasía. Hoy en día. cada vez que de casualidad me rencuentro con esta canción aún recuerdo a Indira, pero sobretodo, recuerdo esa sensación de entender que hay cuestiones inalcanzables en nuestras vidas, problemas que no podemos solucionar, y situaciones que no vamos a poder controlar, por más que lo que queramos. Hay que hacer la paz con eso, y con uno mismo, y seguir adelante.

There’s a time and place for everything, for everyone
We can push with all our might, but nothing’s gonna come
Oh no, nothing’s gonna change
And if I asked you not to try
Oh could you let it be
I wanna hold you and say
We can’t throw this all away
Tell me you won’t go, you won’t go
Do you have to hear me say
I can’t stop lovin’ you
And no matter what you say or do
You know my heart is true, oh
I can’t stop lovin’ you
You can change your friends, your place in life
You can change your mind
We can change the things we say
And do it anytime
Oh no, but I think you’ll find
That when you look inside your heart
Oh baby, I’ll be there
Hold on
I’m holding on
Baby, just come on, come on, come on
I just wanna hear you say
I can’t stop lovin’ you
And no matter what you say or do
You know my heart is true, oh
I can’t stop lovin’ you
Oh, I’m twisted and tied
And all I can remember
Is how hard we tried
Only to surrender
And when it’s over
I know how it’s gonna be
And true love will never die
No, not fade away
I can’t stop lovin’ you
And no matter what you say or do
You know my heart is true, oh
I can’t stop lovin’ you
And I know what I got to do
Hey ray, what you said is true
I can’t stop lovin’ you, oh
Oh, I can’t stop lovin’ you

Desorden Público – Tiembla

Corría el año 1998 y en cuestión de dos meses se celebraron dos conciertos multitudinarios en la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, mejor conocida como La Carlota. El primero fue la Experiencia Roja (patrocinado por una marca de refrescos de ese color), y el segundo, el de Amnistiá Internacional celebrando los 50 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En ambos tuve la oportunidad de «trabajar», por que era parte de un grupo muy loco de gente que, llenos de ingenuidad y muy faltos de vergüenza, trabajamos en Venevisión haciendo la pagina web, y créanme que cuando digo haciendo, es el término correcto. Hacíamos de todo, contenidos propios que no tenían nada que ver con lo que el canal daba «En pantalla», desarrollo web, diseño, videos, transmisiones en vivo, y hasta coberturas periodísticas. Como nadie tenía mucha idea de que era eso de la Web y para donde iba, nos dieron una casa al lado del edificio principal del canal y nos dejaban hacer «desastres», con las únicas condiciones que mantuviéramos una parte sería y correcta para el Noticiero y para el Miss Venezuela. Para muestra, hagan click en los enlaces de arriba.

Entre esas locuras que inventamos estuvo realizar el primer concierto transmitido en vivo vía streaming desde Venezuela (que tengamos constancia). En enero de 1998 montamos a Desorden Público en el medio de nuestra oficina y con una Handycam conectada a una tarjeta capturadora de video transmitíamos, vía Real Video, un concierto de un par de horas de una de las mejores bandas que esta tierra ha parido. Estamos hablando de una época donde una Tarjeta Capturadora de video  y una conexión constante y suficiente para hacer un streaming era una extravagancia que solo un canal de televisión se podía permitir. Fue todo un éxito, creo que llegamos a tener a 200 personas en simultaneo (de nuevo, 1998), y los venezolanos en el exterior nos escribían al correo que dispusimos para la ocasión con una alegría inmensa de poder estar viendo a la distancia a su Desorden.

Hablando de Desorden Público (que por cierto, vaya demostración de prospectiva mostraron aceptando hacer esa locura de transmisión) , a partir de la experiencia nos hicimos muy panas de ellos y eso llevó a que el día del concierto de AI que mencioné arriba me permitieran estar en la tarima cuando ellos tocaron (En el lateral de la tarima, sacando fotos y grabando, no tocando). La impresión de ver decenas de miles de personas reaccionando a su música desde esa perspectiva es una experiencia inolvidable. Aunque el video que comparto no tiene muy buena calidad, es el único que encuentro que refleja ese momento.

Al final, la realidad nos alcanzó. El 6 de diciembre de ese año comenzó a cambiar Venezuela para peor. Los militares tomaron el poder de forma electoral y los civiles no hemos dejado de perder espacios. Hoy en día resulta muy lejano, y hasta irónico, pensar que hace 19 años les tomamos La Carlota y celebramos los Derechos Humanos en su patio. Y en cuanto a Venevisión, también en algún momento se dieron cuenta que tenían un grupo de gente «haciendo locuras» y el poder corporativo se impuso para enseriar lo que se hacía. Viendo para atrás, estoy seguro que tanto Venevisión como Venezuela hubieran querido tomar decisiones distintas en el 98.

 

Vivo en un lugar que despierta
bajo un mismo sol (oh oh oh oh)
entre millones de corazones
que palpitan con fuerza
y hacen que la tierra tiembla
gente que esta cansada
de crisis, miseria y guerra urbana
gente que trabaja
y piensa trabaja
y piensa que trabaja
duro y sin recompensa (oh oh oh)
sin recompensa (oh oh oh)


Vivo entre gente que tiene
paciencia y esperanza
que saben que las cosas
buenas llegan pero suelen
ser la que mas de tardan
esa gente quiere echar pa’ fuera
la ignorancia
la corruptela y la flojera
que son las peores consejeras (que traban la puerta)
y esa misma gente
quiere que la tierra tiembla
y esa misma gente quiere
que la tierra tiembla
para que caigan los mal parados (que traban la puerta)
pa’ que se vayan esos vampiros
y así se abran nuevos caminos
la tierra tiembla (oh oh oh)


Yo no me voy de aquí
hasta que revienta
yo no me de aquí
hasta que revienta
Tengo un ancestro africano
tengo un hermano latinoamericano
tengo un primo al que le llaman indio
y el no entiende de racismos
solo pide que le dejen tranquilo
y mientras tanto el norte sigue mirando
hacia abajo y el sur se
ve mas a si mismo
y se esta hinchando